Piel seca en las piernas: ¿cuáles son las soluciones?
Si, después de la ducha, notas que la piel de tus piernas está tirante,
áspera y escamosa (la infame “piel de cocodrilo”), no hay duda de que
sufren de sequedad. Afortunadamente, existen muchas soluciones para
devolverles su suavidad. Te ayudaremos a darle sentido.
La piel seca es una afección de la piel. Es constante y no afecta
solo el rostro. El resto del cuerpo también se ve afectado. Como las
piernas, por ejemplo.
El problema es que, además de los factores difíciles de
controlar (como la edad o la genética), hay otros factores que
contribuyen a la sequedad de las piernas.
Así que, quizás te hayas preparado para esta sequedad sin
saberlo. Las duchas y los baños demasiado calientes tienden a
alterar la película hidrolipídica, que se supone que protege
nuestra epidermis. Los cosméticos que no están adaptados a tu
piel (como los jabones con un pH demasiado alto) también tienen un
impacto negativo. Del mismo modo que depilarse o afeitarse las piernas con
frecuencia irritará y debilitará tu piel.
Siempre me aplico bálsamo hidratante después de la ducha. Se esparce más rápido
y más fácilmente, y no necesito mucho.
CONSEJOS
DEL EXPERTO
Para la piel de cocodrilo, la opción de “exfoliación”
¿Crees que si tienes la piel seca debes evitar exfoliarte para no
debilitarla aún más? Se trata de un error muy común.
En cambio, exfoliar la tez suavemente ayudará a quitar la piel
muerta, además de alisar y afinar la textura de la piel e
hidratarla. Para eso, aplica el producto una o dos veces por semana en
la ducha. Masajea suavemente, concentrándote en las zonas de
piel más gruesa, como las rodillas y los talones, y luego
enjuaga bien.
Cómo aplicar el tratamiento en las piernas
Limpiar, exfoliar… y, ahora, hidratar. Aquí hay otro paso esencial para
que tus piernas se sientan bien. Pero, ¿cómo se aplica el cuidado?
Utiliza un emoliente
¿Por qué? Es una fórmula que hidrata y suaviza
la piel. La función de “barrera” se restablece,
y la piel queda protegida. Pero también se suaviza, se
reducen las sensaciones de incomodidad y el rascado.
Un solo paso sencillo.
Idealmente, después de cada ducha o baño. Esto se debe
a que el tratamiento se aplica mejor sobre la piel ligeramente húmeda.
Aplica realizando grandes movimientos circulares, subiendo desde la
pantorrilla hasta el muslo. Presta atención a las zonas
propensas a la sequedad, como las rodillas. Y si te olvidaste de
aplicártelo después de la ducha, nada te impide
ponerte al día, frente a tu serie favorita, por
ejemplo...
No te olvides de los
pies
A menudo, se pasan por alto, pero tus pies merecen toda tu atención.
Para evitar la formación de callos, no descuides tus
talones. Y para evitar que se formen cutículas, hidrata las
uñas y los dedos de los pies todos los días.
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